Testemunho: Eu só estou vivo por intercessão de Nossa Senhora
- Luan César da Costa
- 2 de ago. de 2023
- 2 min de leitura
Hoje, 2 de agosto, eu completo 20 anos de vida e sabe o por quê de eu estar aqui? Leia o texto e descubra.
Com 2 meses de vida, ou seja, em outubro de 2003, eu iria pela 1a vez para Itapipoca, no interior do meu estado, o Ceará, conhecer os meus avós maternos e o veículo onde eu vinha pela recém-inaugurada rodovia CE-085, a Rodovia Estruturante foi abordado por um assaltante armado no meio da estrada na noite duma sexta-feira.
Minha mãe estava com muito medo de morrer ali comigo porque além disso, ele apontou a arma na minha cabeça nos ameaçando de morte, ali a minha mãe rezou uma Ave Maria pedindo a ajuda de Deus por intercessão de Nossa Senhora para que a gente não saísse morto.
E assim foi, o bandido levou o veículo, mas nós ficamos no meio da estrada, minha mãe atravessou o mato na escuridão da noite sem perspectiva, até que achou uma churrascaria na beira da estrada e de lá, um caminhoneiro que vinha passando nos levou de volta para Fortaleza porque não havia ânimo para prosseguir a viagem.
Agradeço à minha mãe pela decisão sensata num momento de vida ou morte, à Deus, à Nossa Senhora e ao caminhoneiro que nos levou para a casa.
Testimonio: Yo sólo estoy vivo por intercesión de Nuestra Señora
Hoy, 2 de agosto, yo completo 20 años de vida y ¿sabes el por qué de yo estar aquí? Leea el texto y descúbrelo.
Con 2 meses de vida, lo sea, en octubre de 2003, yo iría por la 1a vez para Itapipoca, en mi estado (la misma cosa de la comunidad autónoma de España), Ceará, conocer mis abuelos maternos y el vehículo donde yo venía por la recién inaugurada carretera CE-085, la Rodovia Estructurante fue abordado por un ladrón armado en el medio de la carretera en la noche de un viermes.
Mi madre estaba con mucho miedo de morir allí conmigo porque allá de eso, él apuntó me el arma a la mi cabeza amenazándonos de muerte, allí mi madre rezó un Ave María pidiendo la ayuda de Dios por intercesión de Nuestra Señora para que la gente no acabávamos muerto.
Y así fue, el bandido llevó el vehículo, pero nos quedamos en el medio de la carretera, mi madre atravesó los arbustos en la oscuridad de la noche sin perspectiva, hasta que encontró un asador al costado de la carretera y de allí, un camionero que venía pasando nos llevó de vuelta para Fortaleza - mi cuidad - porque no había animación para proceder el viaje.
Agradezco a mi madre por la decisión sensata en un momento de vida o muerte, a Dios, a la Nuestra Señora y al camionero que nos llevó para la casa.
Comentarios